Dulce de membrillo

Pelar los membrillos. Cortarlos por la mitad y retirar las pepitas. Frotarles con la mitad de medio limón para que los membrillos pelados no se pongan negros.

Llenar un recipiente grande con agua y el zumo del otro limón.

Cortar los membrillos en cuartos o en trozos y meterlos en el recipiente con agua y limón. Una vez limpios, quedarán unos 850 g de membrillo

Mientras tanto en una olla, verter un litro de agua y 850 g de azúcar. Se calcula que hay que poner la misma cantidad de azúcar que la cantidad de membrillos limpios. A fuego medio, y removiendo constantemente, dejar que el azúcar se derrita en el agua.

Cuando el agua empiece a hervir, añadir los trozos de membrillo previamente escurridos. Poner a fuego lento y mantener una pequeña ebullición.

Remover constantemente para que la preparación espese.

Quitar las capas blanquecinas que pueden aparecer a la superficie de la preparación.

Cocer durante unos 45 minutos. Se notará que a lo largo de la cocción los membrillos se vuelven de color anaranjado.

Cuando la textura se vuelva bien espesa y pegajosa, sacarla del fuego.

A continuación pasarla por la batidora de manera a obtener una mezcla más fina y muy homogénea.

Por fin llenar unos moldes o tuppers de plástico con la mezcla obtenida. Tapar y meterlos en la nevera durante 24 horas.

A la mañana siguiente el dulce de membrillo estará listo para acompañar un delicioso queso.