Muslos de pollo guisados brasileños

Sazonamos el pollo con sal y pimienta negra y lo ponemos al lado para unos 10 minutos.

En una sartén honda precalentamos el aceite en la llama media-alta.

Añadimos la mitad de las patas de pollo y cuando ya están de los dos lados dorados-marrones, los sacamos y los dejamos en un plato al lado. Repetimos el proceso con el resto de las patas.

Ponemos un poco más de aceite a la sartén y bajamos a la llama media. Echamos la cebolla, partes blancas de cebolleta y freimos hasta que no estén blandos.

Siguiente ponemos el ajo y freimos hasta que no tenga un olor bueno. Añadimos el pimentón y el polvo de mostaza molido, luego mezclamos para que se combine bien. Lo dejamos cocinar acerca de un minuto y después añadimos el vinagre.

Dejamos reducir el vinagre a la mitad y después ponemos el pollo en la sartén. Mezclamos y cocinamos hasta que no se evapore todo el ácido.

Echamos a la sartén la harina y mezclamos bien.

Añadimos las patatas, el caldo de pollo, hoja de laurel y tomillo. Mezclamos todo y cuidamos de que todo está bajo el líquido.

Dejamos todo hervir rápidamente y después reducimos a la llama baja. Tapamos y dejamos cocinar hasta que las patatas no estén bien hechas - unos 20 minutos.

Sacamos la tapadera y echamos la mitad de las partes verdes de cebolleta. Mezclamos y dejamos cocinar hasta que el líquido no sea más denso, unos 40-60 minutos.

Echamos el resto de las partes verdes y la manteca. Mezclamos bien. Apagamos la llama, probamos y ajustamos con la sal y pimienta negra para que esté a nuestro gusto.

Lo podemos servir con el arroz o el pan bien crujiente. Espero que os guste.