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Ossobuco a la Milanesa
El \Ossobuco a la Milanesa\ es un peso pesado de la cocina italiana. Celebre por su sabor profundo y su distintiva forma de cocción lenta, siempre resulta ser un platillo delicioso y sustancioso. Las veces que lo he preparado han sido todo un éxito, tanto para cenas informales entre amigos, como plato principal en eventos especiales.
Ingredientes
- 1200 g ossobuco de ternera (4 piezas)
- Harina, la necesaria
- 1 cebolla
- 2 zanahorias
- 2 tallos de apio
- 2 hojas de laurel
- romero y tomillo al gusto
- 1 vidrio de vino blanco seco
- 2 latas de tomates en cubitos
- aceite de oliva
- sal y pimienta al gusto
- Caldo de carne, suficiente para cubrir la carne
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Procedimiento
Primero, salpimienta los trozos de ossobuco y enharínalos para que se doren de forma uniforme. Este es un paso importante que no deben omitir, ya que la harina ayudará a sellar los jugos de la carne y agregarla a la salsa.
En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva y añade los trozos de ossobuco. Deben estar dorados por ambos lados, serán unos 5 minutos por lado.
Mientras se dora la carne, puedes ir cortando las verduras -cebolla, zanahoria y apio en cubos pequeños. Este corte es tradicional en la cocina italiana y se le conoce como \sofrito\4. Una vez dorada la carne, añade el ajo y el sofrito a la cazuela. Deja que las verduras se caramelicen un poco, este proceso realzará su sabor.
Con las verduras ya doradas, agregamos el vaso de vino blanco. Algo que aprendí es que siempre debes utilizar un vino que te gustaría beber, no uno de mala calidad. Dejamos que el alcohol se evapore durante unos minutos.
A continuación, añade los tomates en cubitos, el laurel, otro poco de sal, pimienta, romero y tomillo. Mézclalos bien con los demás ingredientes.
Después, cubre la carne con el caldo hasta que estén casi sumergidos y deja que todo hierva a fuego lento durante al menos dos horas. Este es el secreto del ossobuco, requiere tiempo para que la carne se vuelva suave y melosa. Si ves que se reduce mucho el líquido, puedes añadir más caldo o agua.
Antes de servir, verifica la sazón y ajusta si es necesario. Puedes acompañarlo con un risotto a la milanese o un puré de patatas. ¡Buon appetito!