Cuchara grúa ligera

Tamizar la harina, ya que es mucho más fácil trabajar con ella. A continuación, añadir los huevos a la harina y mezclar. Mientras tanto, añadir poco a poco la sal y la leche y, por último, el aceite. Lo ideal es que la masa sea bastante lisa y fácil de moldear. Es importante no dejar reposar la masa demasiado tiempo, ya que puede endurecerse fácilmente, así que procure evitarlo.

Amase bien la masa y dele forma de bolitas, pero asegúrese de que las bolitas no sean demasiado grandes cuando las ponga en el agua hirviendo, ya que crecerán durante la cocción. Lo ideal es cocer las albóndigas en el agua durante unos 2-3 minutos hasta que estén en la parte superior.