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Patatas chips fritas
Las patatas chips fritas son uno de mis aperitivos favoritos para cualquier ocasión, especialmente cuando tengo una reunión de amigos en casa. Son deliciosamente crujientes y se pueden personalizar fácilmente con sus condimentos favoritos. Más aún, hacerlos en casa te permite controlar la cantidad de sal que añades, para que sean más saludables que las compradas en la tienda.
Ingredientes
- 4 patatas grandes
- Aceite para freír (recomiendo aceite de girasol o de canola por su punto de humo alto)
- sal al gusto
- Otras especias al gusto (pimentón, ajo en polvo queso parmesano etc.)
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Procedimiento
Lava las patatas cuidadosamente bajo el grifo de agua. No es necesario pelarlas, la piel aporta sabor y fibra.
Corta las patatas en rodajas finas. Puedes usar un mandolina para obtener rodajas uniformes, ya que así todas se cocinarán por igual.
Coloca las rodajas de patata en un recipiente con agua fría durante al menos 30 minutos. Este paso es crucial para eliminar el exceso de almidón y conseguir chips más crujientes.
Después de ese tiempo, seca bien las rodajas de patata con un paño de cocina. Recuerda, el agua y el aceite no se llevan bien, por lo que este paso evitará salpicaduras peligrosas al freír.
Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Para comprobar si está listo, puedes introducir un trozo de patata; si empieza a burbujear alrededor, el aceite está listo.
Fríe las rodajas de patata en pequeñas tandas. No te excedas con la cantidad para evitar que las patatas se peguen entre sí.
Cuando estén doradas, retira las patatas con una espumadera y déjalas reposar sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Inmediatamente después de retirar las patatas del aceite, sazona con sal y tus especias favoritas al gusto. Las especias se adherirán mejor mientras las patatas aún estén calientes.
Esta receta es ideal para picar mientras se ve una película, como un aperitivo para una fiesta o simplemente cuando se antoja algo salado